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--- RUNAWAY. A ROAD ADVENTURE ---
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1. DESPIÉRTAME ANTES DE MORIR
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Aquella historia era intrigante, y los pechos de Gina no dejaban de subir
y bajar bajo las sábanas, razones suficientes para interesarme por el
asunto y postergar mi viaje al oeste. Decidí quedarme a protegerla y ver
qué sucedía. En el cuarto de baño cogí un bote de alcohol así como un
rotulador que encontré en la papelera. Junto a Gina había unas pastillas
que también cogí, así como un vaso de plástico. Junto a ella había una
sábana que también podría serme útil. La bolsa de Gina escondía una caja
de cerillas. Al examinar el plano que había en la puerta, me di cuenta de
que había una habitación anexa. Comencé a fraguar un plan para defender a
la chica de posibles contingencias, por lo que entonces me decidí a salir
por la ventana y acceder a la habitación.
Me encontré entonces en el almacén anexo. Tomé prestada (ejem) una ficha
médica que asomaba por el archivador, y sobre él había un vademécum que
también cogí, así como la cabeza del maniquí. En las estanterías de la
izquierda tomé un par de almohadones, un bote de spray y una jeringuilla
oculta entre cajas de medicamentos.
De vuelta a la habitación de Gina, volví a echar un vistazo en su bolsa,
y encontré una peluca, que unida a la cabeza del maniquí parecía (casi)
de verdad. La usé con la cama, y la suma de sábana, almohadones y cabeza
con peluca hizo el efecto de un chica durmiendo. Ahora, para que el
engaño fuera total, llené la jeringuilla con el alcohol y la usé con el
rotulador. Así logré prolongar su vida útil, y con él escribí en la ficha
médica los datos de Gina. Cambié las placas y cuando me ausenté
momentáneamente en el cuarto de baño, un sicario entró en la habitación y
disparó, atentando contra la vida... del muñeco. La treta había resultado.
Gina se encontraba profundamente dormida, pero ahora me urgía llevármela.
Leí en el Vademécum que solo una ducha fría podía despertarla. Usé el
bote de spray con la alarma anti-incendios que había en el techo y Gina
finalmente despertó, aunque el hospital quedó ligeramente incendiado. Ups.
2. EL EXTRAÑO CRUCIFIJO
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¿Qué misterio envolvía a aquel crucifijo? Hablé con la doctora Susan
Olivaw del tema hasta que agoté la conversación. Cogí un barniz en la
habitación de al lado, así como una brocha de polvos de talco. En la
planta baja hablé con Willy, el empleado de la limpieza, el cual me dio
su tarjeta. Cuando le llamaron por teléfono advertí que Willy sabía cómo
acceder al laboratorio de análisis. Me oculté en la exposición de arte
maya hasta que volvió a salir. Unté el barniz sobre las teclas del panel
de entrada del laboratorio de análisis y llamé por el teléfono que hay
al lado al número de la tarjeta de Willy. Esperé pacientemente en la
exposición de arte maya hasta que Willy salió del laboratorio, y entonces
usé la brocha sobre el panel, lo cual me reveló que la clave secreta
estaba compuesta de los números 1, 3, 7 y 8. Guiándome por los sonidos,
hice pruebas hasta que logré la combinación correcta: 8137. Dentro del
laboratorio cogí la llave antigua y con ella los libros que había sobre
la mesa de Clive. Descubrí una ranura en la que introduje la llave. Se
abrió un cajón secreto, del que tomé la grabadora. Cerré el cajón secreto
y con la grabadora funcionando hablé con la Dra. Susan Olivaw y así grabé
su nombre (no me dejará hacerlo hasta que haya intentado abrir la cámara
que contiene la máscara con mi propia voz, accionando el botón). Entré
en el laboratorio de análisis y miré la cámara térmica, lo cual me reveló
que había un botón que debía usar para accionar el mecanismo. Usé la
grabadora con el botón y ¡justo en ese momento se tuvo que acabar la
pila!. Fui a la estantería junto a la Dra. Olivaw y cambié el crucifijo
por una garra antigua, para así engañarla de que se ocupara de mi
antigüedad antes que ninguna.
Tras esto, fui al laboratorio de análisis y en su fondo cogí el cazo, en
el cual introduje la pila. Después, metí el cazo en la bombona de
nitrógeno líquido y a continuación la pila en la grabadora, usando la
cual en el botón conseguí finalmente abrir la cámara térmica. Cogí la
máscara y le extraje el rubí con ayuda de la garra antigua. Introduje el
rubí en el láser de la Dra. Olivaw y así provoqué el que destrozara la
pieza en la que trabajaba, lo cual la sumió en la desesperación. Bajé a
la exposición de arte maya y en los cuencos encontré algo parecido a
semillas de café. Se las enseñé a Willy. Molí el café en el torno de la
doctora, se las enseñé a Willy. En el pasillo cogí el paquete de café
vacío de la papelera y rellené el paquete de café vacío. Le di el paquete
a Willy, el cual recargó la máquina de café. Usé la máquina y conseguí
una taza llena, que di a la Dra. Olivaw. Más calmada, esta se puso a
trabajar, hasta que tuvo listo el crucifijo. Una vez que lo tuve, fui al
escáner y obtuve la información que necesitaba, pero en ese momento
Clive me llamó apresuradamente. Era una trampa: Clive me había
traicionado y los gánsters nos habían capturado.
3. LA GRAN EVASIÓN
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Miré por la rendija de la puerta y vi la difícil situación en la que se
encontraba Gina. Tenía que hacer algo. Desconecté el enchufe del
congelador, abrí la tapa del congelador y tras ello cogí el bote
limpiador y la gamuza que había en la penumbra junto al armario. Usé el
limpiador con la gamuza y limpié con ella la ventana de la derecha. Así,
el sol entró en la habitación, y descongeló el hielo del congelador. Cogí
el fuelle y el pomo que hay tirado junto al armario. Abrí el desagüe del
congelador, se vació y lo empujé. Quedó así al descubierto una trampilla.
Usé la palanca sobre el candado de la trampilla y la abrí.
En el autobús de las drag-queens miré en el baúl y encontré el balón de
baloncesto deshinchado. Entré en el autobús, y en el estante central
encontré un pintalabios y unas gafas de sol. Junto a la puerta había un
pequeño aspirador de mano. Entré en la parte trasera del autobús y charlé
con Carla. Al advertirme de que se le cayó una pastilla en la rejilla,
usé el aspirador en la rejilla y obtuve la pastilla. Además cogí la aguja
e hilo que había junto a las botas de plataforma. Utilicé la aguja e hilo
con el balón y lo reparé. A continuación usé el fuelle y llené el balón.
Descubrí un nuevo escenario de mis aventuras. En el vagón del ferrocarril
cogí un tornillo del cubo.
Dominando toda la zona se encontraba un viejo cementerio de aviones de la
Segunda Guerra Mundial. Allí cogí el casco y la cincha de balas. Bajo la
cabaña de los matones encontré un cubo, que naturalmente incorporé a mi
inventario. En el pozo petrolífero usé las gafas de sol con el charco de
petróleo y así las tinté de un color más oscuro. En el autobús de las
drags le di el cambiazo a las gafas de Mariola por las tintadas y así
conseguí que me dejara el bronceador. Me fui al cementerio de aviones y
allí engrasé la ametralladora con el bronceador. Usé el pomo con el
tornillo, y el cubo con el barril de pólvora y así conseguí llenarlo.
Cogí el cubo con pólvora, y usé el pintalabios con el cubo de pólvora. A
continuación metí el bala-labios (por llamarlo de alguna manera) en la
cincha de balas. Aquello parecía funcionar, así que fui al autobús de las
drags y cogí todos los pintalabios que había en el estante, los usé con
la pólvora y los metí en la ristra de balas.
En el cementerio usé la ristra de bala-labios con la ametralladora, y
así la 2ª parte del plan estuvo lista. Di el balón de baloncesto a Lula,
y mientras ella entretuvo al mazas del hangar puse la pastilla en su
cerveza, consiguiendo así intoxicar el supercuerpo del bruto ese y por
tanto que el helicóptero estuviera bajo mi control, con lo que la tercera
parte del plan estuvo lista.
Cogí el bote de mantequilla de cacahuete que había junto al cachas, y
este amablemente me advirtió de la afición de las hormigas salvajes de
la zona por ella. Golpeé los restos de la moto con la palanca, con lo que
conseguí un estribo, que aplicado al eje de la parte delantera del
autobús me permitió cerrar la puerta, tras la cual descubrí un bolsillo
en el que se encontraba la llave de la nevera. Abrí con ella la nevera y
conseguí la mantequilla, que introduje en el casco. Fui al vagón y abrí
el barril cerrado con la palanca, consiguiendo un buen montón de
cacahuetes. Mezclé los cacahuetes con la mantequilla y el casco, y lo
puse sobre el congelador de la cabaña para hacer la mezcla de mantequilla
de cacahuete. Fui al vagón abandonado y eché la mantequilla sobre la
caseta cerrada. Las hormigas aparecieron sin tardanza y en su furia
mantequillosa redujeron la caseta a serrín, dejando a la vista los
explosivos. Los cogí y los coloqué junto al pozo petrolífero. Lo que
tuviera que sonar, sonaría. Con esto, todas las piezas del plan estaban
listas. Con la inestimable ayuda de mis Priscillas particulares, salvé a
Gina de los gánsters.
4. ENCUENTROS EN LA CUARTA FASE
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Llego al Pueblo. Susi dispara, y luego hablo con ella. Agoto los textos.
Me dirijo a la oficina del Sheriff y cojo los troncos de leña. Me dirijo
al antiguo Banco, y cojo la grapadora antigua y el sello de BD. Después
de esto me dirijo al Salón, cojo el tiesto que hay debajo de la escalera.
Me meto en la habitación-trastero de utensilios de jardinería y cojo las
tijeras de podar. Salgo a la calle y miro el carro abandonado. Veo sus
correas y utilizo las tijeras para cortarlas. Voy al cráter. Hablo con
Joshua y me explica su idea. Decido ayudarle pero para ello he de grapar
la correa. Dejo la correa sobre la moto. Salgo de la escena para darle
tiempo. Me doy cuenta de que he cometido una estupidez y que necesitaré
una llave del 10 para que Joshua desmonte la rueda. Vuelvo al pueblo y
entro de nuevo al Salón. Subo las escaleras y me presento a Saturno.
Agoto las conversaciones con él. Cometo la imprudencia de disparar su
catapulta y el bote de pintura sale despedido. Después de la bronca voy
a tomar el aire a la terraza y cojo la lija. Entro de nuevo a donde se
haya Saturno e inspecciono el panel de herramientas. Le pido a Saturno
la llave del diez que falta. Inspecciono de nuevo el panel y se la vuelvo
a pedir. Me lanza la llave que guardaba en su bolsillo. Estoy algo bajo
de reflejos y ésta cae por la calle. Si bajo a buscarla me daré cuenta
que ha ido a parar al abrevadero. Como está asqueroso, paso de meter la
mano y decido subir a la terraza y lanzar el tiesto desde arriba para
que se vacíe el abrevadero. Bajo y recojo la llave del diez. Vuelvo a
ver a Joshua. Le dejo la llave en la moto y salgo de la escena, decido
ir a la mina abandonada. Me fijo en la enorme piedra que bloquea la
entrada. Cojo la aceitera. Vuelvo donde Joshua y ha montado la correa y
la rueda, pero no tiene gasolina. Me voy a ver a Saturno y me dice que
lo de la llave pasa, pero que la gasolina no se puede regalar. Me voy a
la parte del mapa que aún no he descubierto, la Casa de Mamá Dorita.
Antes de acercarme a hablar con Oscar, recojo una piedra de curiosa
forma que hay junto al pozo. Hablo con Oscar. Descubro su afición al
tabaco de mascar. Recojo el cuenco que hay junto a la escalera. Vuelvo
donde Saturno. Le ofrezco la piedra a cambio de su gasofa. Le parece
buena idea pero me pide retoques. Pulo con la lija la piedra. Mejora el
aspecto pero Saturno me dice que no está acabada. Incrusto el ámbar de
mi inventario en la piedra. El aspecto es formidable y acepta el cambio.
Tengo una botella y dos cubetas. Le pido agua a Saturno del depósito de
agua. No hay problema. Tengo que hacer las mezclas justas, así que una
vez que he llenado de agua la botella, lleno la cubeta pequeña de
gasolina. Echo el contenido a la grande. Vuelvo a llenar la pequeña y
vuelvo a echar el contenido a la grande. Vacío la cubeta grande en el
bidón de gasolina. Echo lo que me quedaba de la pequeña en la cubeta
grande. Vuelvo a llenar la cubeta pequeña y se la vuelvo a echar a la
grande. Ya tengo 4 partes de gasolina que mezclo con el agua de la
botella.
Vuelvo a donde esta Joshua y echo la gasolina yo mismo a la moto. Se lo
comunico y me pide ayuda para hacer funcionar el panel de la máquina
contactadora. Decido utilizar la clave: DO- SOL- MI- SI.-LA. La cosa
funciona y bajo a ver que queda de Joshua. Decido coger su casco
disparador de ideas. De paso, antes de abandonar la zona, investigo en
su tienda de campaña y cojo la cuerda y la linterna que hay dentro.
Vuelvo al pueblo y marcho al banco. Descubro dónde cayó el bote de
pintura. Vuelvo al hotel para hablar con Susi. Ésta me cuenta la posible
localización de la caja fuerte en el sótano del banco. Voy a ver a
Saturno. Le ofrezco el casco disparador de ideas y en su entusiasmo va y
se pira, dejándome el soplete, el cuál cojo, naturalmente. Aprovecho para
manipular la grúa y lanzo la enorme estatua hacia el banco. Lleno la
aceitera de agua y voy a rellenar el depósito de la locomotora
abandonada al final del pueblo. Hago esto hasta cinco veces. En el último
paseo inspecciono de nuevo la habitación de trastos de jardinería y cojo
unas hojas de tabaco de mascar.
Me introduzco en la cabina de la locomotora. Meto los troncos de leña en
la caldera y le doy fuego con el soplete. Aumento una vuelta de presión
con la rueda que encuentro dentro de la cabina y finalmente acciono la
espita de vapor. Salgo de la cabina y recojo las llaves que han sido
despedidas de la chimenea. Paso por el banco y bajo e inspecciono la Caja
Fuerte. No puedo abrirla. Voy a la oficina del Sheriff y abro la celda
con las llaves que salieron de la chimenea. Rebusco en el maletín del
doctor y cojo un linimento de menta y el fonendoscopio. Con este último
pruebo a abrir la caja fuerte y lo consigo (85 izquierda, 57 derecha,
29 izquierda). Recojo el mapa de la mina. Solamente me hace falta mover
la piedra que tapa el acceso a la mina. Voy a ver a Oscar para pedirle
ayuda, pero pasa de mí. Decido hacer tabaco de mascar mentolado para el
grandullón, utilizo el cuenco, el sello de BP y las hojas de tabaco. Al
tener el linimento...ya tengo preparada la mezcla!. Se lo ofrezco a Oscar
y le pido ayuda de nuevo. Me quita la piedra de en medio y entro por fin
a la mina.
5. LA CRIPTA SAGRADA
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Salgo de la mina algo asustado por los murciélagos. Casi me caigo por el
precipicio, pero recobro el equilibrio. Miro una tabla que hay en el
suelo y la recojo. Al levantarla descubro que hay una especie de cabeza
de pico debajo. También la cojo. Inspecciono el cadáver de la entrada y
le quito un hueso. Junto el peroné con la cabeza de pico y hago un
herramienta estupenda que me permitirá desclavar el clavo que hay en la
madera de la entrada a la mina. Clavo el clavo en el borde del precipicio
y le ato la cuerda posteriormente. Bajo.
Descubro a Gina en un penoso estado. Hablo con ella y me dirijo a la
enorme estatua Hopi . Recojo el hacha-pipa Hopi que hay al lado. Vuelvo
a dónde está Gina y me dirijo hacia la entrada de las casas que tengo a
la izquierda de la pantalla. Entro. Subo y me meto por la puerta que hay
más a la izquierda. He subido de nuevo y vuelvo a meterme por la puerta
que hay más a la izquierda. Aparezco al lado de dónde está colocada la
cuerda, vuelvo a subir y aparezco junto a ella. Corto la cuerda con el
hacha-pipa. Bajo y recojo la cuerda. A mi izquierda hay un camino y voy
por él. Atravieso el valle. Encuentro la entrada de la Cripta Sagrada.
Intento meter en la boca de la estatua la llave Hopi. Está sucio el
orificio. Decido coger unas ramas de la planta que hay al lado de la
estatua. Limpio la boca del "oso" con las ramas. Meto de nuevo la llave
y esta vez se abre la puerta. Entro.
Después de haber recogido el dedo metido en el frasco, vuelvo a donde
está Gina. Con la pipa-hacha rompo la madera en dos partes, que me
servirá para entablillar la pierna de Gina junto a las cuerdas.
6. EL INDIO, LA MONJA Y EL DEDO
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Voy con Gina a Casa de MAMÁ DORITA. Después tengo una conversación con
ella en la que le pregunto sobre la posibilidad de hablar con los muertos
y me habla de la necesidad de encontrar un médium. Me ofrezco,
inspecciona mis ojos y pone en duda la posibilidad de que así sea.
Vuelvo al pueblo. Entro en el Salón y conozco a RUTGER. Le digo que
necesito algo para fliparme y ponerme en "órbita". Me habla de las reglas
de pueblo. Pienso en qué puedo hacer y me decanto por darle el hacha-pipa
Hopi. RUTGER acepta y me prepara una pipa. Fumo. Vuelvo a ver a
Mamá DORITA, pero mi disposición no es completa. Vuelvo a ver a RUTGER y
me habla de las plantas que utilizaban los HOPI para entrar en contacto
con los espíritus. Recuerdo que tengo una rama y saco las vaínas.
No puedo sacar las bolitas necesarias para preparar el brebaje. Voy a la
OFICINA DEL SHERIFF, vuelvo a buscar en el maletín del doctor y cojo un
estraperlo. Intento separar las bolitas pero no puedo. Voy a la chimenea
que hay en la parte de abajo del Hotel y caliento el estraperlo. Separo
por fin las bolitas. Se las ofrezco a RUTGER y me hace la mezcla. Voy a
CASA DE MAMÁ DORITA y hacemos el exorcismo.
Después de esto hablo con Gina y me enfado mucho. Salgo de la casa y voy
a ver a SUSI. Hablamos. Al bajar cojo el atizador que hay junto a la
chimenea. Luego voy a ver a Saturno y me cuenta de la existencia de una
caravana. Salgo al mapa general y me dirijo a la caravana. No puedo
abrir la puerta, así que utilizo el atizador para forzar la puerta.
Entro en la caravana y veo algunas cosas, como el hábito de monja, pero
aún no quiero llevarme nada. Antes de salir registro la bandeja de la
puerta de la caravana y recojo un panfleto. Vuelvo al pueblo y le doy el
papel a SUSI. La dejo tranquila un rato y luego me dice que ha
descubierto un buen montón de cosas. Vuelvo a la Caravana y recojo el
hábito de monja. Al salir descubro que alguien se acerca. Son FEODOR y
GUSTAV. Me voy a ver a GINA para que se pruebe el hábito.
Me dirijo después a la locomotora abandonada y vuelvo a darle caña a la
espita de vapor. De la chimenea sale una estrella de SHERIFF. Me voy
donde se encuentra Óscar y lo nombre Sheriff. Oscar detiene a los malos.
Yo esperaba en el hotel y cuando le veo bajar salgo a hablar con Óscar.
Entro en la Oficina del Sheriff y cojo la bolsa incautada por Óscar a
los muchachos. Hablo con ellos. Vuelvo a donde se encuentra SUSI y le
doy la bolsa. Me doy un paseo y vuelvo de nuevo a dónde está SUSI.
Hablamos de nuevo y en nuestra conversación de cine, descubrimos que
nuestro director favorito es WOODY ALLEN y que MISTERIOSO ASESINATO EN
MANHATTAN es nuestra película favorita. Esto hace que SUSI tenga una
gran idea. Cojo la grabadora de MP3 y grabo las voces de GUSTAV y FEODOR
y la de GINA.
Entrego las grabaciones a SUSI y montamos el numerito de la llamada.
A partir de aquí, los vídeos explican el final de la historia.
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